viernes, 2 de julio de 2021

Mulas, ligres y tigones


Los seres humanos llevamos mucho tiempo mezclando especies de animales, solo hay que ver a los perros (que provienen todos de los lobos), la gran diversidad de formas, tamaños, colores y carácter. Pero los perros no han sido los únicos animales que modificamos para ayudarnos en nuestro día a día... 
Teníamos caballos, muy rápidos y fuertes, pero no excesivamente resistentes y también burros, más débiles y poco espabilados, pero muy resistentes y mansos. Entonces a alguien se le ocurrió mezclar las dos especies (o quizás fue por accidente) para ver si podría reunir las mejores cualidades del uno y el otro. El resultado: una mula (o mulo).
Como podéis ver, no hace falta un laboratorio de ingeniería genética para crear un animal nuevo que se ajuste a tus necesidades: basta con tener un macho y una hembra de dos especies muy emparentadas con ganas de procrear.
Las mulas, hijas de un burro y una yegua, son más inteligentes que el padre y mucho más tranquilas que la madre. Aunque sean algo más pequeñas que un caballo, proporcionalmente son más fuertes y, además, tienen la gran resistencia de un burro: una mula puede transportar 72 kg de peso durante 26 kilómetros sin descansar. Ahora que tenemos coches esta cifra nos parece ridícula, pero hace 100 años tener una mula podía ahorrarte muchos dolores de espalda.

Ahora investigar vosotros sobre otros cruces de animales y sus resultados. Os doy algunas pistas.... burdéganos, zorses, camas, tigones, ligres y li-ligres.

Por cierto, los  animales híbridos son, en principio, estériles. O sea que no será el principio de una especie nueva porque no tiene manera de pasar sus genes a otras generaciones. Aunque existen algunos pocos casos de híbridos que han tenido descendencia.

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